Mapi Millet y Ras de Terra impulsan la creación de un gran tapiz colaborativo en un intento por recuperar la artesanía de lana merina española.
Del 23 al 25 de septiembre, la directora creativa de GAN participó en un encuentro organizado por el centro cultural de La Vera para contribuir a revalorizar la lana merina española en el marco del programa “Desenredando la merina”.
El proyecto, impulsado por mujeres profesionales del sector, es un llamamiento de apoyo a la artesanía textil contemporánea en nuestro país, que necesita de programas de formación y de recuperación de infraestructuras, para evitar su desaparición.
Desde sus orígenes, GAN se ha centrado en la actualización de la producción artesanal desde la perspectiva del diseño contemporáneo, empleando siempre materiales locales y respetuosos con la naturaleza. La firma, reconocida en el mundo por su visión propia de la artesanía y sus colecciones firmadas por creativos de prestigio internacional, se unió al Centro Cultural Ras de Terra en la comarca de La Vera (Cáceres) con el fin de abordar el universo de la lana merina, uno de los elementos más emblemáticos de la dehesa extremeña, e impulsar su revalorización como una oportunidad de desarrollo y revitalización de la comunidad rural.
“Desenredando la merina” es el proyecto artístico, social y medioambiental que tiene por objetivo concienciar a la ciudadanía sobre la situación de la lana merina en nuestro país, donde a pesar de su nivel de producción, la falta de infraestructuras impide rentabilizarla con la creación de productos competitivos. En su primera edición, el programapuso el foco en resaltar los desafíos que afronta la lana merina, visibilizar su artesanado y enfatizar su extraordinario potencial desde el arte, el diseño, la artesanía y el activismo. La iniciativa reunió el conocimiento adquirido por mujeres expertas y por GAN, una marca cuya producción se caracteriza por utilizar técnicas manuales tradicionales así como por el empleo de materiales naturales, principalmente lana.
Las jornadas tuvieron ugar en la sede de Ras de Terra, un secadero de tabaco rehabilitado ubicado en la Aldea del Tudal, en Villanueva de La Vera. A través de conferencias y talleres impartidos por mujeres expertas, que incluyeron la elaboración colectiva de un tapiz manual de lana merina, Ras de Terra y GAN materializaron una alianza fruto de valores compartidos, como son crear un diálogo innovador y creativo inspirado por la artesanía, el diseño y la naturaleza, y promover la regeneración y el desarrollo económico del entorno rural.
La acción destacó la labor de proyectos de artesanía españoles que tienen como principal materia prima la lana merina procedente de ganaderías locales y sostenibles, comprometidas con el medio ambiente gracias a prácticas como la trashumancia, un tipo de pastoreo cuya riqueza cultural, histórica, paisajística, medioambiental y etnográfica, le ha valido el reconocimiento como manifestación representativa del patrimonio cultural inmaterial de España.
Formación, concienciación e innovación
Ras de Terra apuesta por el trabajo de las mujeres que han sido y son las grandes protagonistas de la merina, y divulga programas formativos como “Desenredando la merina” para impulsar una producción competitiva, artesanal ó semi-industrial y de calidad en el mercado internacional. Para ello el centro reunió a especialistas en la materia con el fin de abrir un proceso participativo y replantear el futuro de la merina española.
Apasionada de las técnicas artesanales y las fibras naturales, Mapi Millet aportó su conocimiento del artesanado textil, procedente sobre todo de comunidades rurales de India, y su experiencia en diseño, desarrollo de producto y producción sostenible, en armonía con el entorno natural y el desarrollo social y económico de las comunidades artesanas.
“Los principales desafíos a los que se enfrenta la lana merina en España son la carencia de apoyo y voluntad institucional para su gestión y producción y la falta de especialistas en telares manuales. Estas circunstancias provocan, desgraciadamente, que a menudo se acabe tirando ó malvendiendo ese precioso tesoro que es la merina”, explicó Mapi. “Desde GAN y Ras de Terra nos proponemos que la sociedad se adentre en el universo de la artesanía textil en lana merina y aprecie sus inmensas posibilidades. Mediante la divulgación y la concienciación, estas jornadas son un llamamiento a la creación de programas de formación profesional y de recuperación de infraestructuras para promover una producción competitiva que impulse la recuperación del tejido artesanal.”
Junto a la directora creativa de GAN participaron grandes conocedoras del sector, Charlotte Houman, diseñadora danesa residente en Cuacos de Yuste que desarrolla sus productos exclusivamente con lana merina en pequeñas fábricas textiles artesanales; Lala de Dios, historiadora del arte, tejedora por vocación y cofundadora de Indigo Estudio Textil; Almudena Sánchez, fundadora y representante de Dehesa Lana y Asociación Laneras; Camino Limia, presidenta de la Asociación mundial de ganadería sostenible y ganadera profesional (ATP) en Merino Spain; El Cinorrio, comunidad rural de mujeres pastoras de cabras de Villanueva de La Vera; y Alinee Moreno González, veterinaria experta en ganadería sostenible que habló de la lana como activo textil en grupos étnicos de México.
El evento contó con la relatoría de la escritora Consuelo López-Zuriaga y la dirección creativa de la artista Mónica Sánchez-Robles, cofundadora de Ras de Terra.
Simultáneamente, Ras de Terra acogió en su sede la exposición de tres referentes del arte textil contemporáneo: Andrea Hauer, Barbara Long y Ana Musma, cuyas obras han sido realizadas durante su residencia artística en el centro. Por su parte, la coreógrafa y bailarina Verónica Garzón realizó una performance durante el evento.
Telar colaborativo de gran formato y abierto al público
El punto central de las jornadas fue la realización del taller “Tapiz trashumante colaborativo con lana de oveja merina”. El tapiz fue elaborado por todas las personas que visitaron Ras de Terra, que estuvieron invitadas a vivir la experiencia de tejer libremente y con sus propias manos una pieza que será expuesta y subastada. Las fibras que se emplearon para dar forma al tapiz eran restos de lana merina proporcionadas por fabricantes y artesanos locales. Todo ello bajo la dirección técnica de Lala de Dios y con el apoyo experto de Charlotte Houman y de la propia Mapi.
Además, durante las jornadas GAN también equipó el espacio con pufs para las ponentes y alfombras y cojines para el público y organizó el sorteo de un puf de la colección Chaddar, diseñada por Charlotte Lancelot, entre los asistentes a beneficio de Ras de Terra.
Redescubrir la merina trashumante española, una de las fibras naturales más apreciadas
La oveja merina, originaria del cruce de las ovejas de la Península Ibérica y del norte de África, durante siglos se localizó exclusivamente en España, siendo considerada un bien estratégico. De hecho, los ganaderos de merina se agruparon en el poderoso Concejo de la Mesta, que representaba sus intereses ante la corona. La exportación de ovejas merinas estuvo prohibida durante siglos y el país ostentó su monopolio hasta el siglo XVIII. A partir de entonces, empezó su expansión en Francia y otros países como Inglaterra. Ya en el siglo XIX, llegaron a Australia, donde actualmente se concentra el 80% de lana merina, apreciada por su finura, suavidad, flexibilidad y otras muchas cualidades.
A día de hoy, la merina es un legado de la historia que sigue presente en buena parte de la geografía española. Especialmente en la dehesa extremeña, estas ovejas forman parte de su tradición y paisaje desde siempre. A pesar de la gran producción de lana merina existente, esta no puede ser tratada y elaborada en nuestro país debido a un conjunto de factores, comenzando por la falta de lavaderos y otras infraestructuras necesarias para el procesado, hilado y tejido. Si bien se esquilan todos los años miles de kilos de lana merina, un 80% se exporta en bruto a otros países a precios por debajo del coste de producción. La lana restante acaba desechándose ya que la producción artesanal en España es escasa y no es capaz de absorber todo el excedente.
Además, la carencia de telares manuales y la ausencia de un artesanado potente capaz de atraer a las nuevas generaciones, hacen que este bien de herencia cultural se encuentre en riesgo de desaparición. En este contexto, se vuelve de vital importancia reclamar el compromiso institucional y social para sentar las bases de un sistema de trabajo de recuperación que reúna creadores, gestores y entidades públicas y privadas del sector artístico y educacional para salvar este tesoro a través de la promoción de la artesanía contemporánea.